lunes, 9 de noviembre de 2015

Alicia y el sueño del rey rojo.

-Ahora el rey rojo está soñando- le dijo a Alicia uno de los gemelos- ¿Y a que no sabes qué está soñando?
-¿Vaya uno a saber!- replicó Alicia ¡Eso no podría adivinarlo nadie!
-¡Cómo que no! ¡Te está soñando a ti!- exclamó el gemelo aplaudiendo en son de triunfo- Y si dejara de soñar con contigo ¿qué crees que te pasaría?
-Que seguiría aquí muy tranquila, por supuesto- respondió Alicia.
-¡Ajá! ¡Eso es lo que tú quisieras!- replicó el gemelo con gran suficiencia- ¡No estarías en ninguna parte!¡Como que no sois más que un algo con lo que el rey está soñando!
-Si este rey se despertara- añadió el otro gemelo- tú te apagarías...¡zás! ¡Como una vela!
-¡No es verdad!- exclamó Alicia indignada- Además, si yo no fuera más que algo con lo que está soñando, ¡me gustaría saber entonces qué son ustedes!
-¡Eso, eso!- dijo uno.
-¡Tú lo has dicho!- dijo el otro.
-Y no hagan más ruido, que van a despertarlo- dijo Alicia.
-No tiene ningún sentido que hables de despertarlo, ya que sólo eres un objeto de su sueño- dijo uno de los gemelos- sabes perfectamente que no tienes ninguna realidad.
-¡Que sí soy real!- dijo Alicia, y empezó a llorar.
-Por mucho que llores no te vas a hacer ni una pizca de real- observó el otro- y además no hay nada que llorar.
-Si yo no fuera real- dijo Alicia medio sonriendo a través de las lágrimas- no podría llorar como lo estoy haciendo.

(de Alicia a través del Espejo,Cap 4, 1871)

Las lágrimas son de las cosas más puras que poseemos, ya que todos los grandes sentimientos que se tejen nuestro interior, están hechos de ellas. Pueden ser de alegría o tristeza, de diversión o angustia, y no importa la cantidad  o lo diferentes que sean las cosas que quieren decir. Porque todas, por muy opuestas que sean, tienen algo en común:  una vez que resbalan por nuestra cara, se hacen reales. 
Son la creación que nos permite saber sin lugar a dudas, que lo que sentimos es de verdad y no un sueño o una mera ilusión de un rey rojo.

En este lugar, sentados junto al mar un 26 Julio, sentí las más alegres, las más felices y las más puras. Y por supuesto, las más reales.

Te quiero eternamente.

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