martes, 15 de abril de 2014

Mis pequeñas variaciones...

Soy de esas mujeres que me gusta andar por la vida con paso firme y fuerte, conquistando el camino. 
Hace un tiempo sobreviví a una gran tormenta y aunque es cierto que después brilló el sol, yo no lo podía ver con tanta agua. Había salido de la tormenta, pero me notaba debilitada, como si al andar no pisara sobre seguro. Por eso, cuando andaba y sentía que me tambaleaba, estaba intranquila buscando en mí esa capacidad que siempre me había caracterizado pero que últimamente no veía con la misma claridad. 

-Soy afortunada, he vivido en la tormenta y he salido de ella- me decía a mi misma- ahora soy más fuerte de lo que entré.
Sin embargo aunque estaba feliz de mis logros, no lograba saber donde debía apoyar mis manos para no volver a tropezarme, para poder seguir caminando sobre seguro y no volver a temer a la tormenta ni a la noche.

Un día milagrosamente descubrí que todas las respuestas estaban dentro de mí, y también fuera. Que mis logros y problemas que tan propios me parecían, solo eran patrones de vida que una y otra vez, salvo con pequeñas variaciones, todos habíamos ido viviendo... Y respiré aliviada.

Sentí como mi vida y todo lo demás, ahora estaba relativizado. Y vi con claridad de nuevo, donde estaban mis armas para seguir. Mi verdadera fuerza residía en esas pequeñas variaciones que me hacen diferente de los demás, las que guardan mi esencia y me hacen ser mi propio punto de apoyo. 

Agradecí tener tantas y supe que es lo que verdaderamente debía preocuparme cada día: aprender fortalecerlas. Así que por fin, después de mucho tiempo, rompí mi silencio para volver a gritar de nuevo que tengo mis poderosas armas, guardadas dentro de mis variaciones.

Aquí os dejo una canción que para mí resume todo esta tormenta pasada. Se llama "Cuarteles de Invierno" y se encuentra dentro del nuevo disco de Vetusta Morla, llamado La Deriva.



A ti Lori, gracias.

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