martes, 18 de marzo de 2014

Hecha con cristal

Hoy he descubierto que cada persona posee una esencia que la diferencia de los demás. Algunos son duros y áridos como la tierra, otros volátiles como el viento, puesto que vienen y van y nunca tienen un lugar donde quedarse. Otros son fuego y se elevan hacia lo más alto, sin importar lo que destruyan en su camino, y otros tantos agua, que son los que siempre encontrarán un lugar hacia donde fluir.Sin embargo, uno solo, no tiene porque ser un elemento, ya que puede contener dentro de si mismo otros muchos.

Como he dicho antes, hoy mientras luchaba por descubrir mi esencia, me he dado cuenta que también estoy hecha de algo mucho más particular que lo anterior: cristal. Y de ahí la importancia de mi descubrimiento.

El cristal es brillante y transparente, frágil cuando se le golpea y cortante cuando se hace añicos. Es algo puro que no oculta nada de su interior, deja pasar toda la luz y no se guarda nada dentro de él. Puede guardar cualquier maravilla, y siempre la expondrá sin miedo a los demás, porque ahí está su magia, en poder enseñar todo lo que alberga en su interior aún sabiendo lo frágil que es. 

Me gusta el cristal que tengo dentro de mi alma, uno que no oculta nada y que tampoco se puede romper en mil pedazos, uno que me hace brillar incluso en los días menos soleados y que me recuerda, que tengo una clase de luz que siempre estará conmigo. Así que amigos, gracias por los pedacitos de cristal transparente que me habéis ido dando...






martes, 11 de marzo de 2014

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

Me gusta leer y escribir poesía, porque parece algo del siglo pasado y sin embargo cada vez que lo hago, me llena de vida. Entre sus lineas siempre es de noche y hay primaveras, por eso, cuando leo a Whitman, Neruda o Cuenca, uno no puede dejar de soñar con sus historias.

Decían que "cuídate de los que saben escribir, pues tienen el poder de enamorarte sin siquiera tocarte" ¡y qué verdad es!

El poema que os dejo a continuación se llama "No te detengas" o "La sociedad de los poetas muertos".
Y aunque no tiene un autor claro, es sin duda uno de los mejores poemas que he leído.
¡Ojalá lo disfrutéis tanto como yo!



No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...