Siempre te llevaré conmigo princesa...

Dicen que en la vida existen dos clases de corazones, los "corazones calientes" que siempre están corriendo, que se atreven a lanzarse a piscinas, a coger trenes sin saber donde acabarán, que se equivocan, lloran, ríen y muchas veces acaban ganando de tanto arriesgar.

También existe otra clase de corazones que se llaman “los corazones fríos”. Éstos, también fueron calientes una vez, pero se quemaron tanto, que acabaron colocando una pequeña capa de hielo envolviendo el corazón para enfriar los sentimientos y así evitar que volviera el dolor, aunque eso también lleve consigo que tampoco lo hiciera el amor, ni la alegría ni la felicidad. Con los años, todo se modera, el frío se calienta y el calor, también se enfría. Se intentan nuevos acercamientos, aunque sepamos que la esencia radicalmente diferente, permanece. Es entonces y no antes, cuando la frase de los "polos opuestos" se hace cierta y acabamos abrazados, pero llenos de quemaduras y no se hasta que punto compensa.

Como dice Ricardo Arjona en su canción: ¿Cuándo?, ¿Cuándo volverás a ser lo que no fuiste nunca?

Cuándo fue la última vez que te sentiste sola,
Y llegaste a odiarme,
Cuándo llegó a convencerte el maldito despecho,
Que un clavo saca a otro,
Cuándo te olvidaste que el caso no es entenderse sino que aceptarse.

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En la vida de todas personas, existen otras a las que siempre se estará ligados, una vez con lazos de amor, otras de hermandad y otras de amistad, habéis vivido tanto juntos que sabes que aunque los lazos sigan cambiando, el futuro al igual que el pasado, no estará sin ellos.

"Si yo se que tú eres, y tú sabes que soy, yo también te llevaré siempre conmigo".