lunes, 5 de diciembre de 2011

Todos deberíamos poseer una cajita dorada.

Todos los que me conocéis, sabéis mi profundo amor hacia las cajas. Las colecciono de todas las formas, materias y colores. Creo que son pequeños cofres, donde guardar nuestros mejores tesoros. Por eso, cuando leí este cuento me gustó tanto. ¡Aquí os lo dejo, espero que os guste!

Hace mucho tiempo, un hombre castigó a su pequeña hija 

de tres años por desperdiciar una envoltura de papel dorado.

El dinero escaseaba en esos días, motivo por el cual estalló

en una furia incontenible, cuando vió a la niña tratando de

envolver una caja para ponerla debajo del árbol de navidad.

Sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre, a la mañana 


siguiente fué y le dijo:"Esto es para tí papa".

El se sintió avergonzado de su reacción de furia

pero volvió a explotar cuando al abrir la caja,

se dio cuenta que estaba vacía y le volvió a gritar diciendo:

¿Es que no sabes que cuando le das un regalo a alguien, debe tener algo dentro?

La pequeña miró hacia arriba y con lágrimas en los ojos contestó:

"No papa, no está vacía ya que yo soplé muchísimos besos dentro de la caja, todos son para tí".

El padre se sintió morir, puso sus brazos alrededor de la niña y le suplicó que lo perdonara.

Según se dice, ese hombre guardó la caja dorada durante muchos, muchos años, cerca de su cama y siempre que se sentía derrumbado o deprimido, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su hija había puesto ahí.

Fuente: elmistico.com




Creo que todos deberíamos estas navidades regalar una cajita así, llena de besos, ya que con toda seguridad hay alguien en nuestra vida que se merece tenerla. A menudo caemos en las trampas del consumismo, solemos comprar regalos caros porque creemos que son mejores, que poseen algo especial, seguimos tendencias que a veces ni logramos entender y no nos damos cuenta que lo que en realidad regalamos es un objetivo vacío.

Dicen que las cosas importantes de la vida no se pueden comprar y yo cuanto más mayor me hago mas lo entiendo. Los regalos que solíamos hacer de pequeños estaban cargados dibujos, colores y mucha ilusión, solamente necesitábamos estos tres ingredientes y nuestros ojos de niños para hacer la magia.
Si revisamos nuestra vida, todos esbozamos una sonrisa al recordar nuestras navidades pasadas, cuando éramos niños y nuestros mejores valores que son la felicidad, la alegría y la ilusión aun estaban intactos.

Aunque tenemos mucho que aprender de nosotros mismos, lo importante es que estamos en ello y no nos rendimos. Por eso, aquí os dejo una idea para regalar estas navidades. Se llama “La caja de los sentidos”.
Consiste en meter dentro de una cajita objetos relacionados con los 5 sentidos que poseemos, es muy íntima, por lo tanto a quien se la regalemos debemos tener una estrecha relación para conocerlo muy bien.
Yo haría dentro de la cajita 5 apartados diferenciando mejor cada sentido, incluiría alguna nota especial y muchos muchos muchos besos como la niña del relato para que así quien la abriera, supiera que siempre tendría un beso mío esperándole dentro de la cajita.

Porque muchas veces, sólo necesitamos eso, la magia de un beso que es la que mas heridas cura… 
“Lo malo de ellos es que crean adicción”. Sabina

Feliz Navidad.


Aquí os dejo una foto de algunas de mis cajitas que tengo en mi tocador.



No hay comentarios:

Publicar un comentario